Síntesis orgánica

                        
¿CÓMO SE SINTETIZA UN COMPUESTO ORGÁNICO?

Uno de los aspectos más característicos y notables de la química en la segunda mitad del siglo XIX es, quizás, el extraordinario desarrollo de la química orgánica sintética. Cuando desapareció la distinción entre compuestos orgánicos e inorgánicos, las tentativas para preparar en los laboratorios compuestos que eran producidos en los organismos vivos se multiplicaron, aunque los métodos  que se usaban diferían completamente de los procesos que tienen lugar en las células vivas.

Además, se prepararon una gran cantidad de medicamentos y colorantes que no se encuentran en la naturaleza.

El químico Friedrich Wohler en 1828, trabajando con nitrógeno y carbono pudo obtener por medio de síntesis la urea, en un principio él esperaba hallar sal común pero observó que las propiedades eran muy distintas y comprendió que había hallado un nuevo compuesto, el cual lo había logrado por medio de dos reacciones simples entre amoníaco y cianógeno. Hoy en día sabemos que es un producto final del metabolismo de las proteínas, que se efectúa en el hígado y se substrae de la circulación en los riñones, aunque es relativamente simple tiene un origen orgánico.

Pb(CNO)2 + 2NH3 + H2O à 2CNO(NH4)(ac) + PbO(s)
CNO(NH4)(ac) à OC(NH2)2
           
                                ΔG° = 47120 cal/mol ΔH = 79.732 cal/mol endotérmica T = 25°C

Los trabajos adelantados por Wohler y Kolbe constituyeron un adelanto científico de inmensas proporciones. Los campos de los colorantes, medicamentos y polímeros sintéticos son un testimonio de ello; con la gran expectativa que generó este fenómeno,  muchos científicos en el mundo empezaron a investigar y a experimentar con nuevos compuestos y nuevas técnicas para  llegar a sintetizar la mayor parte de los compuestos que conocemos hoy en día.


OBTENCIÓN DE LA UREA

PROCEDIMIENTO

1. Pesa aproximadamente 3 g de sulfato de amonio y 3 g de cianato de potasio; anota los pesos exactos.
2. Pasa las dos sustancias a una cápsula de porcelana de 90 ml y disuélvelas en 60 ml de agua destilada.
3. Coloque la cápsula sobre la tela de asbesto en el soporte con anillo, y caliente suavemente hasta evaporar a sequedad.
4. Deja enfriar y, con una espátula, pasa el residuo a un matraz de fondo redondo. Añade 20 ml de metanol a la cápsula, para lavarla, y viértelos en el matraz de fondo redondo. Añade 10 ml más de metanol; repite la operación con 10 ml más de metanol y agrega unos cuantos núcleos de ebullición.
5. Asegúrate de que la circulación del agua en el refrigerante es correcta, y hierve a reflujo hasta que se disuelva todo el sólido en metanol.
6. Deja enfriar y vierte la solución en un matraz de destilación; lava el matraz con 10 ml de metanol y  agrégalo al matraz de destilación.
7. Destila y recoge el metanol en una probeta graduada de 25 ml, hasta recoger 20 ml del destilado.
8. Vierte la solución metanólica caliente, del matraz de destilación a un vaso de precipitados de 50 ml, y deja cristalizar.
9. Cuando esté completa la cristalización filtra al vacío el producto obtenido, utilizando un embudo de filtración Buchner. Colocado sobre un matraz Kitasato de 50 ml y conectado a una trompa de agua.
10. Cuando desaparezca el olor del metanol pesa el producto final en un papel encerado. Anota el peso de la urea obtenido.

Al finalizar, compara los cristales obtenidos con una muestra industrial, basándonos en su aspecto y en su punto de fusión